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Historia

Ferrero Rocher calidad y tecnología italiana

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La familia Ferrero dirige unos de los imperios mas exitosos del mundo, aunque muy pocos hablan de ellos. Con una facturación de 17.000 millones de dólares en 2023, Hershey, Cadbury y Lind envidian su éxito.

Aquí esta la historia completa detrás de Ferrero Rocher, la marca de chocolate más poderosa del mundo.

Todo comenzó en una pequeña panadería italiana en 1946.

Pietro Ferrero, maestro pastelero de Alba, Provincia de Cuneo, en la región Piamonte en el norte de Italia, tenía una obsesión: encontrar el equilibrio perfecto entre el cacao y las avellanas. Esta obsesión daría origen a una dinastía que valdría miles de millones.

El gran avance se produjo durante la Segunda Guerra Mundial, el chocolate era escaso y caro. Pietro elaboró “GIANDUJOT”, una pasta de chocolate con avellanas utilizando ingredientes locales. Fue un éxito regional instantáneo.

Pero la tragedia llego pronto. Pietro murió a los 50 años, dejando el negocio a su hermano Giovanni y a su hijo Michele.

Luego falleció también Giovanni.

Michele que se había formado desde la infancia en el negocio familiar, asumió la dirección.

La primera innovación de Michele Ferrero que transformó la industria fue cuando introdujo “SUPERCREMA” una versión mas suave y un untable de Giandujot.

Su perspicacia, fue convertir chocolate de primera calidad en un placer cotidiano poniéndole un precio accesible para la familia italiana promedio.

Su marketing fue revolucionario. Camiones con la marca FERRERO recorrieron Italia con muestras gratuitas. Ubicó de manera estratégica las fábricas en mercados en crecimiento Aunada a una audaz expansión hacia la Alemania de la postguerra.

La empresa comenzó su asenso global

En 1964 fue su punto de inflexión. Michele rebautizó SuperCrema como “NUTELLA” mezclando “nut” con el sufijo italiano “ella”. Convirtió una receta refinada y secreta, en una de las formulas mejor guardadamas de la industria.

La expansión fue metódica.

Michele construyo fábricas en toda Europa y luego en todo el mundo.

Pero manteniendo el irrenunciable principio, de mantener dentro de la empresa los secretos de los procesos y formulas. Cada recetas y decisión secreta critica permaneció bajo el control familiar.

Su estrategia de segmentación de los productos fue brillante: Nutella para consumidores cotidianos. Kinder (lanzado en 1968) para niños y Ferrero Rocher (1982) para los mercados de lujo. Cada marca tiene su propia identidad y mercados distintivos.

El lanzamiento de Ferrero Rocher en 1982 estuvo particularmente inspirado e influenciado por las visitas de Michele a Lurdes en Francia.

La creación de este exquisito bombón, con sus  múltiples capas se convirtió en sinónimo de obsequio premium. Cascara de oblea, centro de avellana entera, en un envoltorio dorado exclusivo.

Pero el verdadero legado de Michele fue construir un ecosistema empresarial completo, con una elevada responsabilidad social empresarial. Con la Fundación Ferrero consolidó instalaciones medico sanitarias, programas de viviendas, infraestructuras comunitarias y programas de educación para los trabajadores de la Ferrero.

El liderazgo empresarial de Michele Ferrero aunado a su sensibilidad social fueron fundamentales para consolidar la identidad de Ferrero Rocher.

Esto creó una estabilidad notable, lazos comunitarios profundos, secretos comerciales protegidos,  fuerte retención de empleados, control de calidad constante y fuerza laboral multigeneracional.

Michele Ferrero en el 2018 adquirió el negocio de dulces de Nestlé en los EEUU por 2800 millones de dólares. Convirtiendo a la Ferrero en una potencia multimarca, líder en innovación industrial y en un importante comprador de avellanas a nivel mundial

Su enfoque sigue siendo privado pero basado en principios fundamentales de acceso limitado a los medios, alianzas estratégicas, participación publica selectiva, manteniendo la propiedad familiar y la protección de los procesos de producción.

El éxito no se construye solo con la calidad del producto, mas bien se trata de elaborar un ecosistema de lealtad, desde el equipo de trabajo hasta los clientes.

Esto convirtió una panadería local italiana en un imperio de 44.500 millones de dólares.

Giovanni Celano Minini

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