Una belleza envuelta en el misterio y la leyenda
La naturaleza de Tailandia nunca deja de asombrar, y entre sus joyas ocultas se encuentra Koh Hin Ngam, una pequeña isla en el Parque Nacional Marino de Tarutao, famosa por sus millones de guijarros negros pulidos por el agua. Si bien su belleza es innegable, la isla es igualmente conocida por una intrigante leyenda que advierte sobre una misteriosa maldición para aquellos que se atrevan a llevarse una de sus preciosas piedras.
Koh Hin Ngam, cuyo nombre significa “Isla de las Bellas Piedras” en tailandés, es un espectáculo único. En lugar de las típicas playas de arena, sus costas están cubiertas por una densa alfombra de piedras volcánicas oscuras, lisas y brillantes, creando un paisaje surrealista que atrae a fotógrafos y amantes de la naturaleza por igual. Se cree que estas piedras han sido formadas y pulidas durante siglos por la acción constante del mar.
Sin embargo, más allá de su singular geología, Koh Hin Ngam es protagonista de una antigua leyenda local que añade un aura de misticismo al lugar. Se dice que el guardián de la isla, el “Padre Tarutao”, un espíritu ancestral, protege las piedras y lanza una maldición sobre cualquiera que intente sustraerlas de su hogar natural. La leyenda advierte que aquellos que se lleven una piedra experimentarán desgracias, enfermedades o mala suerte hasta que la piedra sea devuelta a la isla.
Si bien no hay pruebas científicas que respalden esta creencia, numerosos relatos de turistas que supuestamente han experimentado infortunios después de llevarse una piedra han alimentado y perpetuado la leyenda. Estas historias, a menudo compartidas en foros de viajes y redes sociales, actúan como un poderoso disuasivo para los visitantes, quienes en su mayoría prefieren respetar la creencia local y dejar las piedras en su lugar.
Las autoridades del parque y los operadores turísticos locales a menudo recuerdan a los visitantes la importancia de preservar el entorno natural y respetar las tradiciones y creencias locales. De hecho, carteles en la isla instan a los turistas a admirar la belleza de las piedras, pero a no llevárselas.
Koh Hin Ngam sigue siendo un destino fascinante, no solo por su incomparable belleza natural, sino también por la cautivadora leyenda que la rodea. Visitarla es una experiencia que invita a la reflexión sobre el respeto por la naturaleza y las ricas tradiciones culturales que enriquecen los paisajes de Tailandia. La isla, con sus millones de piedras negras, continúa siendo un recordatorio de que algunos de los tesoros más grandes de la naturaleza son aquellos que se disfrutan en su hábitat original, sin alteración alguna.
