El sistema de salud italiano, conocido como Servizio Sanitario Nazionale (SSN), continúa siendo un pilar fundamental en la sociedad, garantizando el derecho constitucional a la salud para todos los residentes, independientemente de su condición económica. Este modelo, establecido en 1978, se financia principalmente con fondos fiscales y se basa en los principios de universalidad, igualdad y justicia.

Cobertura y Estructura
El SSN proporciona cobertura universal y gratuita para los servicios médicos esenciales. La gestión y prestación de los servicios se delega en gran medida a nivel regional y local, a través de las Aziende Sanitarie Locali (ASL), que son el corazón de la asistencia territorial.
* Acceso Universal: Ciudadanos italianos, extranjeros con permiso de residencia y ciudadanos de la Unión Europea con la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) pueden inscribirse en el SSN y acceder a una amplia gama de servicios.
* Atención Primaria: Los pacientes tienen derecho a elegir un médico de cabecera o un pediatra para sus hijos, quienes actúan como guardianes del sistema, coordinando la atención y derivando a especialistas cuando es necesario.
* Asistencia Especializada y Hospitalaria: Se incluye la atención de urgencias, visitas especializadas, exámenes de diagnóstico y hospitalización en la red de hospitales y clínicas públicas.
Financiación y Servicios
Si bien la atención es universal, el sistema incorpora el concepto de “ticket” o copago para ciertas prestaciones no esenciales (como medicamentos de clase C o algunas consultas especializadas), aunque existen numerosas exenciones basadas en ingresos, edad (mayores de 65 años), embarazo o para el tratamiento de enfermedades crónicas y graves. Los medicamentos para patologías serias suelen ser provistos de forma gratuita o a muy bajo costo.
Desafíos y Reconocimiento Internacional
A pesar de enfrentar desafíos recurrentes en términos de financiación adecuada y gestión de las disparidades regionales en la calidad de los servicios, el sistema sanitario italiano es constantemente reconocido a nivel internacional. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Italia ha sido destacada por la calidad y el acceso a la atención, lo que se refleja en una de las esperanzas de vida más altas de Europa. La inversión en investigación biomédica y la alta capacitación de sus profesionales sanitarios son factores clave que contribuyen a su reputación.
El Gobierno italiano reafirma su compromiso con el fortalecimiento del SSN, enfocándose en la innovación, la digitalización y la mejora de los servicios de proximidad para asegurar que el derecho a la salud siga siendo una realidad para todos los que viven en el país.