LOS COMITES PARA LOS ITALIANOS EN VENEZUELA, ¿UNA REALIDAD IGNORADA?

En el corazón de la vibrante comunidad italiana en Venezuela, existe una institución clave, pero sorprendentemente desconocida: los Comités de Italianos en el Extranjero (Comites). A pesar de su crucial rol, una gran parte de la comunidad ignora su existencia, sus funciones y los frutos de su labor. Este desconocimiento generalizado no es solo un problema de información; es el síntoma de un sistema que necesita urgentemente una renovación para ser verdaderamente representativo y eficaz.

¿Qué Son y Por Qué Deberían Importarte?

Los Comites actúan como un puente vital entre la comunidad italiana en el exterior y las instituciones de Italia. Son organismos electos, que representan los intereses de los connacionales ante las autoridades consulares y ante el propio gobierno italiano. En teoría, su misión es garantizar la defensa de los derechos de los italianos, promover su cultura, sus tradiciones, y servir como un punto de referencia para las necesidades sociales y educativas. Por ejemplo, deberían estar involucrados en la promoción del idioma, la asistencia a ancianos, la organización de eventos culturales y la defensa de los derechos de los inmigrantes.

El Problema: Una Ausencia de Conocimiento y Representatividad

La realidad en Venezuela, sin embargo, es que el impacto de los Comites parece mínimo. La mayoría de los italianos, especialmente las generaciones más jóvenes, no sabe qué son, quiénes los componen o qué resultados han logrado. Esto se debe en gran parte a la falta de comunicación y difusión. Los Comites no han logrado conectar con la base de la comunidad, y su trabajo, aunque exista, no es visible ni tangible para la mayoría.

A esta falta de visibilidad se suma la percepción de que los Comites están desactualizados. El sistema electoral actual, a menudo caracterizado por una baja participación, no parece reflejar la diversidad y las necesidades de la comunidad. En un mundo digital, donde la información fluye rápidamente, los Comites a menudo operan con métodos que parecen del siglo pasado. La falta de una campaña activa y moderna para atraer votantes y candidatos de todas las edades y trasfondos es una barrera para la verdadera representatividad.

Un ejemplo claro de esta desconexión se evidencia en las cifras electorales. En las últimas elecciones para los Comites de 2021, el padrón electoral en Venezuela era de aproximadamente 140.000 ciudadanos italianos con derecho a voto. De esa enorme cantidad, apenas 7.000 ciudadanos se inscribieron para poder votar, lo que equivale a solo un 5% del total del padrón. Y la cifra de participación fue aún más dramática, con solo 2.450 votos emitidos, representando una abstención monumental del 98%.  Estas cifras, no oficiales ampliamente citadas por la prensa y la comunidad, reflejan la gran desconexión entre la institución y sus representados. Estos números son un reflejo crudo de la realidad: una gran mayoría de la comunidad italiana en Venezuela, ya sea por desinterés, por falta de información o por la percepción de que su voto no tiene un impacto real, simplemente no participa en el proceso. La escasa participación y la falta de un padrón electoral actualizado son los mayores desafíos que enfrentan los Comites en el país.

El Futuro: Hacia una Renovación Necesaria

Para que los Comites retomen su importancia y se conviertan en una voz genuina para la comunidad italiana en Venezuela, es indispensable un cambio. Se necesita una reforma del sistema electoral que lo haga más accesible, transparente y representativo. Esto podría incluir:

Voto electrónico o por correo: Para aumentar la participación, especialmente de aquellos que viven lejos de los centros de votación y de las generaciones más jóvenes, acostumbradas a la tecnología.

Una mayor promoción y educación: Campañas de información claras y directas, utilizando plataformas digitales y redes sociales, para explicar la importancia de los Comites y sus funciones, y demostrar de forma tangible sus logros.

Renovación generacional: Incentivar la participación de jóvenes y mujeres, que a menudo se sienten desconectados de estas instituciones, y que representan el futuro de la diáspora.

En conclusión, los Comites en Venezuela tienen el potencial de ser una fuerza poderosa para el bienestar de la comunidad italiana. Pero para que esto suceda, deben ser más que un simple título. Deben ser una entidad visible, activa y representativa. El camino hacia el futuro de la comunidad italiana en Venezuela pasa por una institución que sea realmente conocida, respetada y que trabaje de forma transparente para todos, sin importar su edad o procedencia. Es tiempo de que los Comites dejen de ser un secreto a voces y se conviertan en un actor fundamental en la vida de la diáspora italiana.

Giovanni Celano Minini

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