El legendario músico, compositor y director de orquesta venezolano Aldemaro Romero no solo fue un gigante en el mundo de la música, sino también un espíritu que encontró en el Lago de Como una fuente de paz y belleza tan profunda que definió su legado. La historia de su admiración por este lugar no es solo un hecho biográfico, sino la clave para entender la conexión entre su sensibilidad artística y la majestuosidad de este rincón de Italia.

Un Legado de Historia y Emoción
La fascinación de Aldemaro Romero por el Lago de Como fue tan intensa que, según reportes biográficos y familiares, pidió que, tras su muerte, sus cenizas fueran esparcidas en sus aguas. Este acto final, que se llevó a cabo tras su fallecimiento el 15 de mayo de 2007, sella para siempre la unión entre su arte y la belleza serena del lago. Su elección no fue al azar; el lago representaba una mezcla perfecta de naturaleza, historia y tranquilidad que resonaba con la profundidad de su música.

Geografía e Identidad Única
Para comprender la admiración de Romero, es necesario ahondar en la geografía del lago. Conocido en la Antigüedad como Lacus Larius y hoy como Lario, es el tercer lago más grande de Italia y uno de los más profundos de Europa (410 metros). Su característica más distintiva es su forma de “Y” invertida, resultado de antiguos glaciares. Esta forma divide el lago en tres ramas principales: la de Como al suroeste, la de Lecco al sureste y la de Colico al norte. La confluencia de estas tres ramas se encuentra en el punto central, donde se asienta el encantador pueblo de Bellagio.

La geografía alpina le confiere un microclima mediterráneo que suaviza el frío del norte de Italia. Este clima especial permite que florezcan palmeras, olivos y viñedos, creando un contraste visual asombroso entre la vegetación exuberante y los picos nevados de los Alpes.
El Esplendor Histórico y Arquitectónico
La historia del Lago de Como es tan rica como su paisaje. Desde la época romana, figuras como Plinio el Joven construyeron suntuosas villas en sus orillas. Durante la Edad Media y el Renacimiento, se convirtió en un refugio para la nobleza europea y sus villas se transformaron en obras maestras de la arquitectura y la jardinería.

La Villa Carlotta, famosa por sus espectaculares jardines botánicos y sus esculturas de Canova.
La Villa D’Este, un antiguo palacio renacentista convertido en uno de los hoteles de lujo más exclusivos del mundo.
La Villa del Balbianello, cuya belleza la ha hecho famosa en el cine, siendo escenario de películas como Casino Royale y Star Wars: Episodio II.
Estos lugares son testimonios del pasado opulento del lago y del encanto que ha atraído a artistas, escritores y celebridades a lo largo de los siglos.
Actualmente, la economía del lago se sustenta en el turismo de alta gama. Los visitantes son atraídos por la combinación de paisajes, villas históricas y actividades recreativas, como los paseos en los tradicionales “vaporetto” (ferries) que conectan los pueblos. El llamado Triángulo Dorado—formado por los pueblos de Bellagio, Varenna y Menaggio—es la zona más popular para explorar.
Además del turismo, la región tiene un fuerte legado en la industria de la seda. Como es conocida históricamente como la “capital de la seda de Europa” por la calidad de sus tejidos, una tradición que se remonta al siglo XV. La gastronomía local también es un atractivo, destacando los platos de pescado fresco del lago, como la “missoltino” (un plato de pescado seco) y los deliciosos quesos de la región de Lombardía.
En definitiva, la historia de Aldemaro Romero y el Lago de Como es una historia de conexión profunda entre un artista y la naturaleza. Su decisión de permanecer eternamente en sus aguas es el más grande de los homenajes, un testimonio del poder inspirador de este lugar que ha cautivado a tantos a lo largo del tiempo.
Giovanni Celano Minini
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