Shopping cart

GIORNALE ITALO VENEZUELANO PER VOI TUTTI

TnewsTnews
Historia

EL ENIGMA DE GRAMSCI

Email :157

¿LOS CUADERNOS DE LA CÁRCEL FUERON REESCRITOS EN MOSCÚ?

La figura de Antonio Gramsci (1891-1937), uno de los pensadores marxistas más influyentes del siglo XX, sigue generando un intenso debate. Sus “Cuadernos de la Cárcel”, escritos durante su confinamiento por el régimen fascista de Mussolini, son la piedra angular de su legado intelectual. Sin embargo, una sombra de duda se cierne sobre su autenticidad: la persistente teoría de que estos textos fueron manipulados por la Unión Soviética, una vez que Palmiro Togliatti, su compañero de partido, los puso bajo la custodia de Moscú.

Gramsci: El Pensador Inconforme en el Corazón del Fascismo

Antonio Gramsci no fue un marxista ortodoxo. Desde sus inicios como cofundador del Partido Comunista Italiano (PCI), mostró una aguda conciencia de las particularidades de la sociedad occidental. Su teoría de la hegemonía cultural, la necesidad de la clase obrera de construir un consenso social antes de una revolución, y sus reflexiones sobre el papel de los intelectuales y la sociedad civil, lo distinguen de la visión más economicista y determinista del marxismo soviético.

Encarcelado en 1926, Gramsci pasó los últimos once años de su vida confinado, donde, a pesar de su frágil salud, produjo los 33 cuadernos que hoy conocemos. En ellos, abordó una vasta gama de temas: filosofía, historia, política, cultura, folclore y la crítica al fascismo, todo bajo la atenta vigilancia de sus carceleros.

El Rol Clave de Togliatti y el Viaje a Moscú

Aquí es donde comienza el nudo de la controversia. Tras la muerte de Gramsci en 1937, sus valiosos cuadernos quedaron en manos de su cuñada, Tatiana Schucht. Fue Palmiro Togliatti (1893-1964), secretario general del PCI y una figura prominente en la Comintern (Internacional Comunista), quien jugó un papel decisivo en su rescate.

Se sabe que Togliatti, quien tenía una relación cercana con la dirección soviética y residía en Moscú durante el exilio forzado del PCI, se encargó de la recuperación y traslado de los manuscritos de Gramsci a la Unión Soviética. El objetivo declarado era preservar el legado del pensador y prepararlos para su publicación.

La Publicación Póstuma y las Primeras Sospechas

La primera edición de los “Cuadernos de la Cárcel” no vio la luz hasta después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1948 y 1951, bajo la dirección editorial del propio Palmiro Togliatti y Felice Platone. Sin embargo, no se publicaron en su orden original, ni de forma íntegra. Togliatti optó por una edición temática, agrupando los fragmentos por categorías como “Literatura y vida nacional”, “El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce”, entre otros. Esta decisión, aunque justificada por la dificultad de un texto desordenado y fragmentado, levantó las primeras cejas.

Las dudas se intensificaron cuando, en 1975, Valentino Gerratana publicó la primera edición crítica y filológicamente rigurosa de los Cuadernos, respetando el orden cronológico y la integridad de los manuscritos originales. Las diferencias entre la edición de Togliatti y la de Gerratana, aunque a menudo sutiles, no tardaron en ser analizadas.

Las Acusaciones de Manipulación: ¿Una “Gramscificación” Soviética?

La principal acusación es que la versión publicada por Togliatti, y por ende la que se difundió ampliamente durante la Guerra Fría, fue “suavizada” o “adaptada” para hacer que las ideas de Gramsci fueran más compatibles con la ortodoxia marxista-leninista soviética. Los argumentos de los críticos se centran en varios puntos:

Omisiones Estratégicas: Se sugiere que Togliatti omitió pasajes que pudieran ser vistos como demasiado críticos con el estalinismo, el burocratismo soviético, o que contravinieran la línea oficial del partido.

Alteraciones de Términos: Algunas palabras y frases habrían sido sustituidas por sinónimos o formulaciones más “seguras”, diluyendo la originalidad y la posible heterodoxia de Gramsci. Por ejemplo, se especula sobre cambios en la terminología para referirse a la “dictadura del proletariado” o la “revolución”.

Énfasis Sesgado: La edición togliattiana habría enfatizado aquellos aspectos de Gramsci que podían ser interpretados como más cercanos a la lucha de clases tradicional o a la política de frentes populares, restando importancia a sus complejas reflexiones sobre la hegemonía, la cultura y la “guerra de posiciones”, que eran menos afines a la estrategia soviética de confrontación directa.

El Contexto Histórico: La década de 1930 y 1940 fue un período de gran purga y control ideológico en la URSS. La Internacional Comunista (Comintern) exigía una lealtad absoluta a Moscú. En este contexto, cualquier pensador que pudiera ser interpretado como “desviacionista” representaba un riesgo. Togliatti, siendo un leal cuadro de la Comintern y del PCI, habría tenido la presión o el incentivo para “proteger” a Gramsci de una posible condena póstuma por heterodoxia.

Las Pruebas y Contradicciones

Las acusaciones de manipulación no son meras conjeturas. Se basan en el análisis filológico comparativo entre la primera edición publicada y los manuscritos originales (cuando estuvieron disponibles), así como en el conocimiento de las prácticas de edición política de la época.

Sin embargo, también existen argumentos en contra de una manipulación generalizada:

Acceso a los Originales: Los manuscritos originales fueron finalmente devueltos a Italia y están disponibles para la investigación académica. Si bien se han encontrado variaciones y omisiones, algunos académicos argumentan que no son lo suficientemente sustanciales como para hablar de una “reescritura” completa de su pensamiento. Las diferencias, según esta visión, podrían atribuirse a las dificultades de descifrar la letra de Gramsci, la ausencia de un índice, o las propias decisiones editoriales legítimas de ordenar un corpus tan complejo.

La Complejidad de Gramsci: La obra de Gramsci es inherentemente compleja, fragmentada y a menudo ambigua. Esto dificulta una lectura directa y lineal, lo que podría explicar algunas de las decisiones de Togliatti al intentar darle una estructura coherente para su publicación inicial.

La Necesidad Política: Para Togliatti, era crucial preservar el legado de Gramsci como un pensador marxista importante para el PCI y el movimiento comunista internacional. Una edición que lo presentara como un “revisionista” o un crítico de la URSS habría sido perjudicial para el partido en un momento crucial de su historia.

Un Debate que Continúa VIVO

Hoy, el debate sobre la autenticidad y la posible manipulación de los “Cuadernos de la Cárcel” de Gramsci sigue siendo un campo fértil para la investigación histórica y filológica.

No hay un consenso absoluto.

Algunos académicos sostienen que las “modificaciones” fueron más bien una “normalización” o una “domesticación” de Gramsci para hacerlo aceptable dentro del canon marxista-leninista de la época, más que una falsificación flagrante. Otros insisten en que las alteraciones fueron significativas y alteraron la comprensión de la originalidad del pensamiento gramsciano.

Lo que sí es innegable es que la figura de Palmiro Togliatti es central en esta discusión. Su lealtad a la URSS, su posición de poder dentro del PCI y su rol como editor de los Cuadernos lo colocan en el centro de las sospechas.

El Legado de Gramsci Más Allá de la Polémica

Más allá de esta fascinante controversia sobre la manipulación, el impacto de Antonio Gramsci es incalculable. Sus conceptos de hegemonía, bloque histórico, intelectual orgánico y su análisis de la sociedad civil han trascendido las fronteras del marxismo para influir en campos tan diversos como la sociología, los estudios culturales, la ciencia política, la pedagogía y la teoría de los medios de comunicación.

La polémica sobre la autenticidad de sus escritos solo subraya la importancia capital de su pensamiento y la constante necesidad de regresar a las fuentes originales, de desenterrar las capas de interpretación y, en el caso de Gramsci, de cuestionar si lo que leemos es exactamente lo que el pensador de Cerdeña quiso legar al mundo. La historia de los Cuadernos de la Cárcel es un recordatorio de que, en la política y en la academia, la batalla por la interpretación de las ideas es tan crucial como la batalla por las ideas mismas.

Giovanni Celano Minini

Leave a Reply

Related Posts