LA DOBLE GUERRA CONTRA EL TERRORISMO Y LA SOLEDAD DEL ESTADO
El 3 de septiembre de 1982, el asesinato del General Carlo Alberto Dalla Chiesa en Palermo marcó un punto de inflexión. No solo por la barbarie del crimen, sino porque expuso una dolorosa verdad: la sombra de la complicidad institucional que permitió que uno de los servidores públicos más eficaces de Italia, un leal Carabinero, cayera víctima de la Mafia.
Dalla Chiesa, nacido en Saluzzo el 27 de septiembre de 1920 y asesinado en Palermo el 3 de septiembre de 1982, libró dos grandes guerras.
I. El “Método Dalla Chiesa” Contra el Terrorismo de las Brigadas Rojas
La primera gran batalla del General se libró en el Norte de Italia contra las células del terrorismo de ultraizquierda, las Brigadas Rojas (BR), durante los llamados “Años de Plomo”. Su genialidad residió en entender que un grupo clandestino y altamente ideologizado no podía ser derrotado solo con patrullas:
El Uso Estratégico de los Pentiti: Dalla Chiesa, un oficial de los Carabinieri, perfeccionó la técnica de inducir a los terroristas capturados a colaborar con la justicia, ofreciendo información a cambio de beneficios. El caso más notable fue el del brigadista Patrizio Peci, cuya colaboración desestabilizó la estructura de la BR y condujo a detenciones cruciales.
Desarticulación Clandestina: Su Núcleo Especial Antiterrorismo (creado en 1973) operaba con una mezcla de inteligencia, infiltración y análisis riguroso de la ideología terrorista, logrando la captura de figuras clave como los fundadores de la organización, Renato Curcio y Alberto Franceschini.
Repercusión Personal: Esta lucha le costó un alto precio: la Brigadas Rojas, en represalia por la colaboración de Peci, secuestraron y ejecutaron a su hermano Roberto en 1981, demostrando la ferocidad del conflicto que Dalla Chiesa combatía.
II. La Soledad en Sicilia: La Negativa de Poderes Especiales
Tras su triunfo contra el terrorismo, el General fue ascendido y, en mayo de 1982, fue nombrado Prefecto de Palermo con el objetivo explícito de replicar su “método” contra la Mafia. Sin embargo, su misión en Sicilia, que duró poco más de cien días, estuvo marcada por la falta de apoyo estatal, una ausencia que los observadores y su propia familia interpretaron como una deliberada condena a muerte.
Las Sospechas de Complicidad Política:
La principal razón de la vulnerabilidad de Dalla Chiesa fue que nunca recibió los poderes especiales que le habían prometido, y que consideraba indispensables para la lucha:
Falta de Herramientas Legales: El General necesitaba facultades que le permitieran indagar en el nexo entre Mafia, finanzas y política, atacando el corazón económico de la organización, en lugar de limitarse a la represión callejera. Sin embargo, no se le concedieron las herramientas para investigar cuentas bancarias ni realizar una acción integral.
El Voto del “Favor”: Conversaciones interceptadas a mafiosos arrepentidos sugirieron que la ejecución del General fue un “favor” que la Cosa Nostra hizo a “mentes refinadísimas” dentro de las instituciones. Dalla Chiesa se había convertido en un peligro no solo para los capos criminales, sino también para los políticos, empresarios y círculos de poder que se beneficiaban de la corrupción y la impunidad en Sicilia.
El Misterio del Diario: Tras su asesinato, uno de los hechos más siniestros fue el robo de documentos de su residencia en Villa Pajno y la desaparición de un diario personal. El contenido de estos archivos, que se presume contenían nombres de figuras de alto nivel político y económico vinculadas a la Mafia, nunca salió a la luz.
La imagen de la soledad del General, que en sus últimos días se sentía abandonado por el gobierno de Roma, se convirtió en el símbolo de un Estado que, en aquella época, no tenía la voluntad real de cortar los lazos ocultos entre el crimen y el poder. Su sacrificio, no obstante, cimentó el camino para los magistrados y las leyes que, una década después, comenzarían a desmantelar el dominio de la Mafia en Italia.
Giovanni Celano Minini
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