La contaminación de los mares es un problema cada vez más alarmante que afecta no solo al ecosistema marino, sino también a la humanidad en su conjunto, según un informe de la organización Ocean Conservancy, cada año se vierten en los océanos más de 8 millones de toneladas de plástico, lo que supone un grave riesgo para la vida marina y para la salud de las personas.
La contaminación de los mares tiene un impacto devastador en el ecosistema marino, afectando a especies como tortugas, delfines, ballenas y aves marinas, que ingieren el plástico y mueren por asfixia o por la acumulación de toxinas en su organismo, además, la presencia de microplásticos en el agua y en los sedimentos altera el equilibrio de los ecosistemas marinos y pone en peligro la biodiversidad de los océanos.
Pero la contaminación de los mares también tiene consecuencias directas para la humanidad, los seres humanos consumimos pescado y mariscos como fuente de alimento, y la presencia de plásticos y toxinas en estos animales puede provocar enfermedades graves en nuestra salud, como cáncer, problemas hormonales y trastornos del sistema nervioso.
Además, la contaminación de los mares afecta a la economía de las comunidades costeras, que dependen de la pesca y del turismo para su sustento, la presencia de basura en las playas y en el agua ahuyenta a los turistas y pone en peligro la sostenibilidad de estas actividades económicas.
Por todo ello, es urgente que tomemos medidas para combatir la contaminación de los mares y proteger el ecosistema marino, es responsabilidad de todos reducir el uso de plásticos de un solo uso, reciclar
adecuadamente los residuos y promover prácticas sostenibles en nuestra vida diaria, solo así podremos garantizar la salud de los océanos y el bienestar de las generaciones futuras. ¡Actuemos ya!
Roiman F. Navarro Venegas