El “Nuevo Nacimiento” que Forjó la Historia Italiana
El concepto de palingenesia, una palabra de origen griego que significa “nuevo nacimiento” o “volver a nacer”, ha ejercido una influencia profunda y recurrente en la trayectoria histórica de Italia. Más que un mero término filosófico, se convirtió en un motor ideológico que impulsó dos de los movimientos más decisivos del país.
El Resurgimiento de la Nación: El Risorgimento
El papel más evidente de esta idea se encuentra en el Risorgimento, el movimiento del siglo XIX que culminó en la unificación de Italia. Los intelectuales, patriotas y líderes, como Giuseppe Mazzini, no concibieron la unificación solo como un cambio político de fronteras, sino como una verdadera resurrección nacional. La palingenesia proporcionó el marco retórico perfecto para este anhelo.
Se predicaba que, después de siglos de fragmentación, decadencia y dominación por potencias extranjeras (principalmente el Imperio Austríaco), la nación italiana estaba destinada a “resurgir” a la grandeza de su pasado, la de la antigua Roma y el glorioso Renacimiento. La formación de un solo estado italiano no fue, por tanto, vista como una mera anexión de territorios, sino como el nacimiento de una nueva era para un pueblo predestinado. Este lenguaje de renovación moral y cultural sirvió para movilizar a las masas y otorgar un propósito trascendental a la lucha por la independencia.
La Distorsión de la Renovación: El Ultranacionalismo Fascista
Lamentablemente, la fuerza emotiva de la palingenesia fue explotada décadas después por el fascismo italiano de Benito Mussolini. En el siglo XX, el concepto se insertó en la ideología del ultranacionalismo palingenético, una corriente que busca la creación de una nación completamente nueva a través de la violencia y la ruptura radical con el pasado inmediato.
El fascismo abrazó la idea de que estaba liderando una revolución destinada a crear una Italia superior, un “nuevo imperio” renacido de las cenizas de lo que consideraban el débil Estado liberal. La retórica fascista prometía un renacimiento total: no solo del Estado, sino de la sociedad, la cultura y el espíritu italiano. Este uso del “nuevo nacimiento” fue pervertido para justificar la eliminación de la oposición, la exaltación de la guerra y el establecimiento de un régimen totalitario, demostrando cómo una idea de regeneración puede ser manipulada para fines destructivos en la historia de una nación.
Giovanni Celano Minini
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